El presente trabajo recupera las gestiones hechas por la Alianza de Intelectuales de Chile para la Defensa de la Cultura (A.I.CH) y la Sociedad Médica de Valparaíso para ofrecer asilo político en Chile a Sigmund Freud. Estas agrupaciones lideradas por Pablo Neruda y Juan Marín, respectivamente, conformaron un bloque intelectual antifascista que denunciaba públicamente el hostigamiento que el creador del psicoanálisis sufría en Viena en 1938. Se buscarán ampliar estos antecedentes logrando develar los entretelones de este gesto político, contextualizado por el papel y las nuevas representaciones que los intelectuales tenían de sí mismo. Por último, se entregan antecedentes de la visión particular que tenían este grupo de chilenos sobre Freud – como autor y figura pública- y el psicoanálisis.